“Puede que el rey me odie, pero nunca ha podido olvidar. Nunca le seré indiferente, ni él lo será para mí….no sirve de nada que me haga daño. Es el más distinguido de los hombres…me sentí atraída por él desde lo más profundo de mi corazón. Quiero vivir bajo el mismo cielo que él y entre sus súbditos. Si le ofendiera mi corazón sufriría”.
Hoy vamos a dar un pequeño salto hasta Londres para encontrar a la dueña de estas palabras. Nos encontramos a un mujer que estaba profundamente enamorada del rey Jorge V,algo que no parece demasiado extraño… de no ser por la obsesión de nuestra protagonista. Esta señora estaba totalmente convencida de que el rey la correspondía , de manera que cuando ella viajaba a Londres se plantaba enfrente del palacio de Buckingham y le esperaba allí. Tenía la idea de que él la rechazaba y que hacía todo lo posible porque ella no pudiera hospedarse en la ciudad, sin embargo sabía que a la vez el rey estaba enamorado y que todos los marineros y turistas estaban allí para declarar su amor, por lo que nunca perdía las esperanzas.
Esta historia nos sirve para encuadrar la erotomanía o Síndrome de Clerambault, un trastorno en el que el sujeto desarrolla la convicción delirante de que es amado por otra persona. Esta creencia hace que lleguen a pensar que la persona amada se trata de comunicar con ellos mediante un lenguaje secreto (la mujer de antes, pensaba que los marineros estaban ahí para darle mensajes de amor) que puede ser una simple mirada o un gesto que en principio no significan nada. Los erotómanos piensan que el ser amado es quien trató de iniciar la relación, a pesar de que generalmente éste tiene poco o ningún contacto con el erotómano. Las personas que sufren este trastorno no son capaces de interpretar las señales de rechazo y las transforman, como ya hemos visto, en elementos que confirman su delirio.
La erotomanía tiene dos vertientes: la primaria o pura, que se caracteriza por presentar como patología única el delirio; y la secundaria, en la que se presenta como parte de un abanico más amplio de delirios. Como características podemos señalar que este es un trastorno mayoritariamente femenino -existen casos clínicos de hombres, pero son excepcionales- y que el objeto amado suele ser un hombre intelectual, con un status social superior y muy habitualmente famoso. Debido a su obsesión, los erotómanos pueden llegar a ser potentes estresores para sus víctimas, acosándoles con cartas, llamadas o visitas.
¿Por qué se desarrolla? Esto no está muy claro, ya que en las revisiones teóricas se han encontrado diversos casos clínicos, con relaciones poco esclarecedoras entre sí. En ocasiones ha sido producto de unos rasgos de personalidad subyacentes, en otros casos la sintomatología se ha manifestado levemente como resultado de cuadros orgánicos como el Alzheimer, el VIH o el ACV. Algunos autores, han llegado a encontrar indicios de erotomanía en pacientes con poliquistosis ovárica, personas que usan esteroides e incluso abortos. Por este motivo, se ha relacionado el desequilibrado de las monoaminas centrales con la aparición de la psicosis.
Ahora vamos a ejemplificar todo esto con un caso actual, y aunque seguro que conocéis muchas historias que puedan explicarse mediante la erotomanía, yo os voy a contar una muy curiosa.
Ahora vamos a situarnos en Miami, y vamos a conocer a Ricardo López. Este chico de 18 años, es un gran fan de Björk y como todo fan, está interesado en saber cosas de la vid a de la cantante. Tanto profundiza en el tema, que acaba un poco obsesionado y esto llega al límite de que cuando se enteraque Björk está saliendo con un tal Goldie, se siente engañadísimo… y la liamos. Ricardo había empezado a grabar un video-blog, y en él aseguraba que no perdonaría esa traición y que tomaría cartas en el asunto. La venganza de Ricardo consistía en crear una bomba que escondería en un libro, el cual se suponía que era un guión de una película que se le ofrecía a la cantante -todo esto grabado en video-. Una vez que hubo acabado la bomba, decidió acabar con su propia vida y frente a la cámara se le ve raparse la cabeza y las cejas emulando al Coronel Kurtz, y con Björk de fondo, se pegó un tiro. Cuando llegó la policía y se encontró todo el tinglado, vieron las cintas en las que se preparaba la bomba y se pusieron en contacto con la Scotland Yard, que interceptó el paquete y al final no explotó nadie. La cantante al enterarse de esto quedó muy afectada, rompió la relación con Goldie y se marchó de Inglaterra para componer más tarde una canción en memoria de su fan.
El diario se desarrolla en 20 horas de grabación en la que se puede ver la evolución de su locura.
Sobre el tratamiento de este trastorno, podemos decir que se fundamenta en dos principios: la medicación antipsicótica y la psicoterapia. Hay que tener cuidado con lo segundo, ya que nuestro objetivo es cambiar las fijaciones del paciente, y al ser un proceso a largo plazo podemos provocar un cambio de fijación del objeto amado al terapeuta, especialmente en caso de que sean de sexo contrario. Lo más importante en estos casos es ayudar al paciente a establecer compromisos, descentrándolo de esos objetos en los que se centra su obsesión. Este tipo de trastorno está en el punto de mira, ya que suele relacionarse con distintas conductas agresivas, sin embargo hay que señalar que tan sólo el 10% de los acosadores son erotómanos.
autor: Geovanny Vazquez Rodriguez